domingo, 17 de febrero de 2008

Blog de Myriam Anzola

Bienvenidos.
Queremos compartir con ustedes algunos datos e informaciones producto de nuestra experiencia personal en el área de Educación, Desarrollo Cognoscitivo e Integración de personas con Discapacidad.

2 comentarios:

myriam dijo...

Vida personal.
Caraqueña de nacimiento, llega a Mérida en 1978 a trabajar como Terapista del Lenguaje en el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del HULA. Es casada, madre de cuatro hijos, todos merideños. Católica, identificada con la Teología de la Liberación. Amante de la música venezolana, dirigió en Mérida durante 12 años la coral infantil “Los Bordones”. Disfruta cantando tangos y canciones latinoamericanas. Aficionada a la escritura de relatos y novelas cortas. Siente atracción especial por el trabajo con niños pequeños y con personas discapacitadas o con riesgo de exclusión social.

Vida Académica:
En 1975 egresa Summa cum Laude del Instituto Venezolano de Audición y Lenguaje IVAL-Caracas.
En la Universidad de Los Andes cursa la Licenciatura en Literaturas Hispanoamericana y Venezolana de la que egresa con la Mención Magna cum Laude en 1992.
Es Magíster Scientiae de la segunda promoción de la Maestría en Lingüística de la Universidad de Los Andes de la que egresa con el primer lugar de la promoción en 1993.
A través del Convenio UCAB-FUNDAYACUCHO cursa la Maestría en Informática Educativa y Tecnología de la Universidad de Hartford- Connecticut la cual culmina en 1995.
En el año 2002 se convierte en la primera egresada del Doctorado en Educación de la Universidad de Los Andes.
Durante el 2006 como parte de su plan de año sabático realiza un curso postdoctoral en el Centro de Sistemología Interpretativa de la Universidad de Los Andes.
Es Investigadora del Nivel II del PPI-FONACIT al cual ingresó en el año 1991 y del PEI –ULA desde 1996. Coordina el Grupo de Investigación Taller de Investigación Educativa reconocido por el CDCHT desde 1996 y merecedor consecutivamente del Programa de Apoyo Directo a Grupos de Investigación.
En 1997 recibió la Orden Tulio Febres Cordero de la Asamblea Legislativa del estado Mérida en su Primera Clase por su experiencia en docencia e investigación.
En el año 2003 recibió el Primer Lugar del Premio CONABA para la Zona Andes. Ese mismo año fue postulada para el Premio Regional en Ciencias Sociales.
Ha publicado numerosos artículos en revistas nacionales e internacionales, y varios capítulos en libros sobre sus temas de investigación. Entre sus publicaciones se destacan los relatos de seis módulos literarios publicados por IRFA Fe y Alegría: El planeta de la salud, Los mejores momentos, El Diario de Ana Cristina, Historia de Höpewe, Proyectos y la Historia de las ideas, y los libros: Gigantes de Alma, Serendipity, Un recorrido por el mundo de las ideas y Mañana es Posible sobre temas de educación y pobreza; Una Alumna Perdida, (novela autobiográfica) y Como un Gorrión (novela corta).
Escribe los guiones literarios de los documentales Los niños del silencio, la Génesis del Afecto y Palabras en Imágenes para la Televisora Andina de Mérida.
Coordinó y desarrolló los contenidos electrónicos de la página WEB ReNA del Centro Nacional de Tecnologías de Información CNTI y colaboró en el diseño y desarrollo del portal electrónico Aventura de la misma institución.
Durante la gestión de la Decana Elsa Mora dirigió la serie Humanitas para ULA-TV.

Vida laboral
En 1975 trabaja como Terapista del Lenguaje en el IVAL-Caracas y como docente del Instituto Universitario de Audición y Lenguaje en la Cátedra Corrección de los Trastornos del Lenguaje.
De 1976 a 1978 coordina el Programa de Bebés Sordos del Centro de Trastornos de la Comunicación Humana-CTCH en Caracas.
Al llegar a Mérida en 1978 trabaja un año en el HULA atendiendo trastornos del lenguaje y la comunicación.
En 1979 se incorpora como parte del equipo fundador del Centro de Desarrollo Infantil del Ministerio de Educación en el Programa de Prevención e Intervención Temprana en niños de Alto Riesgo. Allí funda la primera Guardería de Bebés Sordos. Es Coordinadora Nacional de ese programa hasta 1990.
En 1991 ingresa a FUNDACITE-Mérida para trabajar en el Programa de Formación de Recursos Humanos. Se integra al equipo promotor del Programa de Becas de Alto Rendimiento Estudiantil el cual coordina durante 13 años. Allí desempeña varios cargos: Directora de Educación No Formal, Subdirectora, Directora de Recursos Humanos. Dirige el Proyecto Círculo de Lectores Nuevos-CILEN durante 10 años desde el cual coordina círculos de lectura y alfabetización en barrios populares del Estado Mérida, en diversos municipios rurales, y en poblaciones en situación de cautiverio como el INAM y el Internado Judicial de Mérida. Es Coordinadora de la Casa de Ciencias de Mérida. Coordina para la Gobernación del Estado Mérida el Proyecto Serendipity- Desarrollo del Pensamiento Infantil en comunidades populares.
Fue Directora en dos oportunidades del Museo de Ciencia y Tecnología y Presidenta de la Fundación MUCYT de 1999 al 2001.
En 1995 Ingresa a la Universidad de Los Andes por concurso de oposición para dar clases en el Postgrado de Lectura y Escritura. Actualmente es Profesora Titular y dicta las cátedras de Desarrollo del Lenguaje y Desarrollo Cognoscitivo en ese Postgrado. En pregrado dicta diferentes materias relacionadas con su especialidad: Sociolingüística, Lenguaje y Comunicación, Lengua Española y Psicología Evolutiva.
Desde el año 2004 coordina la Cátedra Discapacidad desde la cual crea la Mención de Educación Básica Integral para 35 estudiantes sordos e integra a 7 estudiantes invidentes que ingresan a otras menciones de la Escuela de Educación.
En el año 2007 inició el Diplomado: Comunicación, Cultura e Integración dirigido a estudiantes con discapacidad motora y a personas interesadas en el tema de la integración.

Experiencia administrativa.

Fue Coordinadora de la Mención de Educación Básica Integral durante los años 1997-1998.
Jefa del Departamento de Pedagogía y Didáctica durante el período 1998-1999.
Directora de la Escuela de Educación durante la gestión de la Decana Elsa Mora período 2002-2005 y del actual Decano Francisco Gavidia.
Desde diciembre 2003 hasta abril del 2005 fue Representante del Ministerio de Educación Superior ante el Consejo Universitario de la Universidad de Los Andes cargo al cual renuncia al concluir la gestión el Ministro de Educación Superior Héctor Navarro.
Es electa Representante Profesoral ante el Consejo de Facultad de Humanidades y Educación durante el período 2005-2007 y desde el 2007 hasta el 2009.
Se postula como candidata al Decanato de la Facultad de Humanidades y Educación para el período 2008-2010.


















Una facultad que nace del corazón de Mérida

Gerenciar la Facultad de Humanidades y Educación desde su decanato, supone más que una función administrativa. Supone mucho más que eso. Se trata de dirigir por un período de tres años una institución que forma parte del corazón de Mérida. Una institución que según las investigaciones del Dr. Alí López, tiene su origen en 1843 cuando se funda la Facultad de Filosofía y Humanidades por disposición del Código de Instrucción Pública y que en 1955 se enmarca bajo la figura de una Escuela de Historia y Letras, que luego en 1958 bajo la gestión rectoral del Dr. Rincón Gutiérrez se convierte en Facultad de Humanidades adscrita a la Facultad de Derecho de la que se emancipa con la creación de la Escuela de Educación en 1959 para llegar a ser nuestra actual Facultad de Humanidades y Educación.
Una institución que nace enclavada en una casona merideña en el centro de la ciudad y que toma forma propia para crecer en los galpones de la Avenida Universidad y luego consolidarse en la moderna sede que ostentamos hoy en La Liria. Una facultad que en ese transcurrir ha ido hilvanando una historia, que como todas las historias ha desarrollado querencias en diferentes espacios, espacios en que se han protagonizado episodios, se han curtido personajes, se han formado seres humanos, , , y más que humanos: humanistas.




Una facultad que ha protagonizado vivencias pasadas, que están presentes en la memoria de los más veteranos y que se recrean en la vida que inician en ella los más jóvenes. Una facultad que sin dejar de ser lo que era, ha empezado a ser mil cosas más. Un espacio en que se confunden historiadores, escritores, poetas, educadores, cineastas, artistas, lingüistas, sociólogos, psicólogos con matemáticos, biólogos, médicos, tecnólogos… humanistas todos.
En un espacio tan privilegiado, tan preñado de sensibilidades vale la pena intentar las mejores experiencias.

Hacia un humanismo interdisciplinario

El quehacer científico-social en estos tiempos está en la búsqueda de nuevos derroteros. Existen en este momento tipos de intereses cognoscitivos diferentes al paradigma positivista que nos orientó con mucha fuerza y que derivó operacionalmente en diseños cuantitativos de la investigación.
La actualidad nos impone experimentar con la construcción de otros enfoques: histórico–hermenéuticos, crítico-sociales, en la necesidad de comprender nuevos mundos: el mundo de lo sígnico, de lo simbólico, de lo intersubjetivo. Se requieren nuevas interpretaciones de los fenómenos socioculturales a través del desarrollo del sentido sustentado filosóficamente en otros paradigmas y en el uso de de lógicas metodológicas con nuevos diseños de investigación.

La investigación necesaria

Las críticas respecto al enfoque positivista de la investigación relativas al
aislamiento del objeto de conocimiento enfrentado a un análisis y construcción teórica del objeto en su contexto, al control sobre las variables versus los sistemas categoriales para la interpretación del objeto, al énfasis en los tratamientos numéricos en las cuantificaciones y mediciones respecto al énfasis en la reflexión cualitativa de los datos; proponen nuevas formas de concebir la praxis científica social alrededor de los objetos y sujetos sociales.
Esto permite recuperar el valor del conocimiento cotidiano como una forma legítima de producción del conocimiento científico; además ofrece una perspectiva que reconoce múltiples enfoques y posturas epistemológicas que eliminan la hegemonía positiva en las ciencias, y que reconoce diversas lógicas metodológicas para intervenir los fenómenos sociales, humanos y culturales en función de su particularidad.

Un currículum para la libertad intelectual

Según Morín (2000) el currículo debe ser visto como un proceso “incierto, complejo y circular”. Para ello se necesitan diseños “que vayan desde lo interdisciplinario y pluridisciplinario hasta llegar a lo transdisciplinario”, tal como expresa la Comisión Nacional de Currículum (2000).
En este contexto nuestra facultad es el espacio más idóneo de toda la universidad para intentar una administración del currículo que propenda a la libertad del estudiante. Un entorno tal que permita que las carreras puedan ser concebidas para un tiempo menor de escolaridad y para formas más integradas y efectivas de aprendizaje y de desarrollo.

La transversalidad de los aprendizajes humanísticos

Un currículum así concebido, reconoce ejes transversales, rasgos esenciales de la formación de un humanista que deberá cultivar permanentemente a lo largo de toda la carrera cualquiera que ésta sea.
En primer término reconoce la necesidad de cultivar el componente lingüístico: el dominio de la lengua escrita y del discurso oral como modos de realización personal y social y como caracterizador de una tipología particular del humanista. En segundo término: el componente ético, como fundamento del ser que se detiene a pensar en la manera de proceder como individuo social, con el objetivo de propender al desarrollo de la moral y al cuidado del bien común. Por último y no por ello menos importante: el componente cognoscitivo; que lo convierta en un pensador libre y autónomo capaz de ejercer con juicio crítico y con juicio creativo. Ello será posible en un contacto más cercano del estudiante con sus profesores, en contextos de mayor intimidad, proclives para la creación y la reflexión, que no conciban el discurso magistral como forma únivoca de comunicación entre profesor o profesora y alumna o alumno sino que reconozca el diálogo como forma vital en la construcción del conocimiento.

Nuestra propuesta

Tengo la convicción de que una facultad con las potencialidades de que disponemos y con las voluntades para proponer otras opciones de producción intelectual y de aprendizaje compartido, en una verdadera comunidad de aprendizaje, puede llegar a ser la simiente de nuevos tiempos universitarios.
Es mi deseo intentarlo con todas aquellas y aquellos que se sientan ganados para el gran desafío actual de tener como centro a lo que es más esencial en nosotros: la sensibilidad hacia el otro.
Nuestra capacidad de sentir en profundidad, es la sede de los afectos y el nicho de los valores, sin descartar para nada la razón, porque ella es parte imprescindible del discernimiento. Sin la sensibilidad de los humanistas cualquier esfuerzo será insuficiente. En cambio con el desarrollo de una ciencia “con conciencia” y con sentido ético, podremos mostrar a la universidad y a la sociedad, salidas liberadoras desde la práctica del respeto y el reconocimiento de los talentos de cada quien.

Lalú dijo...

Que tarea Profe!!!!